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Una Gran Victoria para Trabajadores Inmigrantes en Maryland: Recolectores de Pollos Recuperan Más de $650,000 en Salarios No Pagados

Miembros de CDM y CATA celebran tras una clínica exitosa con recolectores de pollos en Maryland
Miembros de CDM y CATA celebran tras una clínica exitosa con recolectores de pollos en Maryland

En CATA – el Comité de Apoyo a los Trabajadores Agrícolas – creemos que todo trabajador merece ser tratado con dignidad, recibir un pago justo y estar protegido en su lugar de trabajo. Hoy, estamos orgullosos de compartir una gran victoria en Salisbury, Maryland, que resalta el poder de la organización comunitaria, la importancia de conocer tus derechos y la fuerza de la colaboración.


Gracias al coraje de un grupo de trabajadores avícolas inmigrantes —y al esfuerzo incansable de los organizadores de CATA que los acompañaron— 56 recolectores de pollos recibirán más de $650,000 en salarios no pagados. Este resultado fue posible gracias a una poderosa alianza entre CATA, el Centro de los Derechos del Migrante (CDM), Cohen Milstein, FarmSTAND y el Public Justice Center, quienes unieron fuerzas para apoyar la denuncia legal de los trabajadores y luchar por la justicia.

Esta no es solo una victoria legal: es una prueba de que cuando los trabajadores alzan la voz y la comunidad se organiza, el cambio real es posible.


Todo Comenzó con una Conversación


En diciembre de 2024, un miembro de la comunidad acudió a nuestra oficina en Maryland para renovar su residencia. Durante una conversación con la organizadora de CATA, Leila Borrero Krouse, compartió información alarmante sobre las condiciones laborales que enfrentaba junto a sus compañeros: horas no pagadas, falta de equipo de protección, y un sistema de "aprendizaje" abusivo donde los nuevos trabajadores laboraban sin paga durante meses hasta que quedara una vacante remunerada.


Leila supo de inmediato que esto era grave —e ilegal— y lo animó a invitar a otros de su cuadrilla. Poco después, trabajadores de varios grupos acudieron a la oficina de CATA para compartir sus historias y aprender sobre sus derechos. Leila les explicó sus opciones legales y las protecciones disponibles si decidían seguir adelante.


Ese momento de verdad requirió valentía. Pero también fue la chispa que encendió la acción colectiva.


El equipo de CATA en Maryland, Jean-Frandy Philogene y Leila Borrero Krouse, firmes junto a la comunidad de trabajadores inmigrantes—organizando por justicia, dignidad y condiciones de trabajo seguras.
El equipo de CATA en Maryland, Jean-Frandy Philogene y Leila Borrero Krouse, firmes junto a la comunidad de trabajadores inmigrantes—organizando por justicia, dignidad y condiciones de trabajo seguras.

Actuar a Pesar del Miedo

Los trabajadores tenían miedo: miedo a represalias, a perder sus empleos, a ser reportados. Pero también sabían que no podían seguir permitiendo el abuso. Con el acompañamiento de CATA, decidieron dar el siguiente paso.


Nos aliamos con el Centro de los Derechos del Migrante (CDM) para brindar asesoría legal confiable. En colaboración con Cohen Milstein, FarmSTAND y el Public Justice Center, ayudamos a los trabajadores a presentar una denuncia formal ante el Departamento de Trabajo de los EE. UU. (DOL).


Durante todo el proceso, Leila y el organizador Jean-Frandy Philogene mantuvieron una comunicación constante con los trabajadores—organizando reuniones presenciales en lugares seguros, traduciendo documentos y recordándoles la fuerza de su unidad. A pesar del miedo y los obstáculos, siguieron adelante juntos.


Justicia Servida — Más Rápido de lo Esperado


Las investigaciones laborales suelen tomar años, pero esta avanzó sorprendentemente rápido. A inicios de mayo de 2025 —justo a tiempo para el Día Internacional del Trabajo— el Departamento de Trabajo falló a favor de los trabajadores.


El resultado: más de $650,000 en salarios no pagados fueron otorgados a 56 trabajadores.


Los trabajadores regresaron a la oficina de CATA, conmovidos y agradecidos. “Verlos firmar los documentos finales, sabiendo que se hizo justicia, fue increíblemente poderoso,” dijo Leila. “Estaban orgullosos. Y nosotros también, de estar a su lado.”


Un Mensaje para Otros Trabajadores: ¡Sí Se Puede!


Para otros trabajadores que quizás están viviendo abusos similares pero temen hablar, este caso manda un mensaje claro y poderoso:


No estás solo. Tu voz importa. Y cuando nos unimos, podemos ganar.


“Incluso cuando una situación parece demasiado grande, arriesgada o difícil,” dijo Frandy, “siempre hay un camino hacia adelante. Pero hay que dar ese primer paso, confiando en que otros caminarán contigo.”


🎉 Esta victoria demuestra que cuando los trabajadores están informados, organizados y acompañados, pueden lograr lo que antes parecía imposible.



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La Lucha Continúa


Aunque celebramos esta importante victoria, nuestro trabajo en Maryland continúa. Seguimos apoyando a trabajadores inmigrantes que están expuestos a pesticidas peligrosos—una amenaza continua y muchas veces invisible para la salud y seguridad laboral.


A través de nuestra participación en la Maryland Pesticide Education Network (MD PEN)—donde Leila forma parte de la junta directiva—y nuestra colaboración con la Smart on Pesticide Coalition (SOPC), estamos abogando por protecciones más fuertes y una mayor responsabilidad por parte de empleadores y el estado. Las preocupaciones recientes sobre contaminación por PFAS cerca de una planta de Perdue en el condado de Wicomico refuerzan la urgencia de esta labor.


Apoya Nuestro Trabajo


Esta victoria pertenece a los trabajadores que tuvieron el valor de hablar. Pero también es una victoria para cada persona que ha sido silenciada, y para cada persona que cree en la equidad y la justicia.


Si eres un trabajador enfrentando condiciones inseguras o injustas en Maryland, contacta directamente a nuestra organizadora Leila Borrero Krouse en:

 
 
 

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