top of page

Cultivando nuestro pueblo: Una breve reflexión sobre el huerto comunitario de Bridgeton en 2021.


Día del Voluntariado en el Huerto Comunitario de CATA en Bridgeton, NJ.

A principios de mayo, visité la oficina de C.A.T.A en Bridgeton por primera vez para firmar el papeleo como nueva empleada. Ahí conocí a la Coordinadora General de C.A.T.A, Jessica Culley, y a la Coordinadora del Programa de Justicia Alimentaria, Kathia Ramírez, que me recibieron con gran entusiasmo. Después de terminar el papeleo, me levanté para estirar las piernas y conocer el lugar un poco. Vi un armario con libros de jardinería y justicia social y novelas clásicas escritas en español, carteles artísticos con imágenes de personas de color decididas a defender los derechos humanos y un gran cartel que comparaba el salario mínimo de los trabajadores agrícolas con el de todos los demás empleados a lo largo del tiempo y como revelaba la desafortunada verdad de que el salario de los trabajadores agrícolas rara vez aumentaba. Este espacio tenía muchas historias que contar: las buenas, las malas y las intermedias. Me sentí agradecida y humilde por estar con una organización que empezaba a contarme estas historias.


Verdolaga y un poco de brócoli

Ese dia, Kathia me enseñó el huerto. Me explicó que el huerto se centra en el cultivo de "productos culturalmente apropiados", un término nuevo para mí, porque en el pasado trabajé sobre todo con tomates, calabazas, pepinos y mucho ajo en la Granja Sostenible de la Universidad de Stockton. Recuerdo que me maravilló la diversidad de las plantas: perales, ciruelos, saúcos, higueras y granados ocupaban la parte delantera y trasera del huerto. En esa época del año, las camas elevadas del jardín, hechas de bloques de cemento, estaban llenas de flores, hierbas medicinales como el toronjil, la milenrama y la manzanilla, por nombrar algunas, fresas, cebollas, ajo, lechuga e incluso verdolaga. Sí, verdolaga - a menudo considerada como una "mala hierba", pero conocida por sus fanáticos como un alimento rico en nutrientes que crece de forma salvaje en la naturaleza y que sirvió como una forma de sustento para la gente durante la Gran Depresión.

Voluntarios cuidando el jardín

No sabía que a lo largo del año, tendríamos en total cerca de 57 cultivos diferentes creciendo dentro de este espacio de 0,15 acres - una victoria que no parecía posible antes de 2012, el año en que CATA obtuvo oficialmente la propiedad de la tierra. Antes del amado "Huerto Comunitario", el espacio había sido un lote abandonado lleno de basura y escombros de construcción. Como si estuviese enfermo y menospreciado, el terreno parecía no tener otro propósito que el de cumplir con el "estigma" de Bridgeton, una comunidad formada mayormente por gente de color y a menudo falsamente etiquetada por la gente de fuera como empobrecida y con problemas de delincuencia. Pero, afortunadamente, los visionarios vieron lo contrario. Un equipo de personal de CATA y gente de la comunidad vio más que los escombros. Vieron el potencial. Desde ese momento, supe que con determinación y algo de conocimiento, CUALQUIER persona podía cultivar CUALQUIER cosa en CUALQUIER ESPACIO!

Estaba nerviosa al conocer a los tres pasantes del grupo de primavera. Pero cuando me presenté tímidamente y recibí relativamente la misma timidez, me sentí un poco mejor.


El primer día pintamos la parte delantera del cercado con un amarillo intenso. Mientras pintábamos, tuvimos algunas charlas incómodas, pero al final empezamos a hacer preguntas y a conocernos. La verdad es que me sorprendió escucharme a mí misma en sus respuestas cuando me hablaron de crecer en una casa latina y de la presión por ser exitoso. Hablaron de tener actividades extracurriculares y de participar en programas extraescolares.


Escuché y me identifique con los altos estándares que a menudo se imponen a los estadounidenses de primera generación. Es un estado estresante que es casi manejable con un tipo de esperanza que dice que el trabajo intenso te lleva lejos y te garantiza un trabajo "profesional", pero no tan lejos como para olvidar tus raíces y abandonar la cultura de tus padres, a menudo debilitada por la necesidad percibida de encajar como estudiante de secundaria. Pero lo que noté no sólo en el grupo de primavera, sino también en el de verano, fue esta comprensión de la justicia y un impulso para hacer el bien en la sociedad. Este nivel de concientización no fue más evidente que durante las actividades de alcance a la comunidad que realizamos al comienzo de nuestros mercados semanales.

Los jóvenes registran la información del alcance a la comunidad

Cuando Kathia y yo estábamos planificando el Programa de Justicia Alimentaria para Jóvenes, queríamos encontrar una manera de promover nuestros mercados que teníamos frente al huerto. Pensamos que el programa de alcance sería un gran enfoque para comenzar a reanudar el contacto con nuestros vecinos y hablar con ellos directamente sobre los alimentos que teníamos disponibles y pasar información sobre CATA y cualquier servicio relevante. Así pues, nos preparamos de antemano con los jóvenes para repartir información entre la cual estaba la campaña de solicitud de licencias de manejo en NJ, dirigida por Megan Hurley, organizadora de políticas y abogacía de CATA, que establece cómo los residentes de Nueva Jersey que reúnen los requisitos pueden registrarse para obtener una licencia independientemente de su estatus migratorio.


Como nuestro grupo de verano consistía de 9 pasantes, la mayoría de los cuales hablaban español, nos dividimos en 2 grupos. El primer grupo ayudaría con el mercado y el otro grupo haría el alcance a la comunidad con Kathia o conmigo. He hecho actividades de alcance en el pasado, pero nunca con jóvenes. Me sorprendió que los jóvenes estuvieran emocionados por hablar con su comunidad. Con cada puerta que tocabamos, yo veía cómo crecía su confianza. A pesar de algunos rechazos aquí y allá y algunas miradas extrañas, los jóvenes no tenían miedo y eran valientes. Al fin, ¡llegamos a más de 100 casas!


Since our summer group consisted of 9 interns, most of who spoke Spanish, we split them into two groups. The first group would help with the market, and the other group would do outreach with either Kathia or me. I’ve been on cavasses in the past but never with youth. I was surprised that the youth were excited to go out and talk with their community. With each door my team and I visited, I could see their confidence grow. Despite some rejections here and there and some strange looks, the youth overall was fearless and bold. As a result, we reached over 100 homes!


Día del Voluntariado Comunitario

Al mismo tiempo, tuve la oportunidad de asistir al Día Voluntariado por la Comunidad, donde invitamos a los miembros de la comunidad, los voluntarios, y los jóvenes que estaban interesados en ayudar. La mayoría de los jóvenes se presentaron, y también algunos de nuestros voluntarios más dedicados, a quienes considero entre las personas más sabias, innovadoras y radicalmente amables y luchadores que he tenido la fortuna de conocer. Tuve que tomarme un momento para apreciar la escena: jóvenes de secundaria y niños de primaria que eran los nietos de una de las voluntarias trabajando junto con dos mujeres latinas mayores, quitando las hojas muertas de la cama de las fresas y reorganizando el espacio entre las plantas mientras otras personas en el fondo quitaban las malas hierbas y cosechaban los chiles picantes, los tomates, el pápalo y la pipicha. En retrospectiva, me di cuenta de que lo que vi fue un vistazo de cómo debería ser el mundo. Un grupo de personas de todo tipo de orígenes e identidades reuniéndose y sintiéndose conectadas entre ellos y con la naturaleza, disfrutando de un espacio libre de un sistema que favorece el lucro sobre las personas. Vi una fuerza que trabajaba por el bien común, un verdadero pueblo en formación.


The baby shower!

Casi al final, un par de voluntarios y Kathia,al igual que la madre y la hermana de una de las voluntarias que estaba esperando un hijo, trajeron decoraciones, comida y pastel para preparar un “baby shower” sorpresa. Los jóvenes incluso ayudaron a inflar los globos y a pegar los adornos en el pabellón.


Los participantes del Evento de Construcción del Altar posan frente al altar terminado

El 24 de octubre, voluntarios vinieron en la mañana para ayudarnos a Kathia y a mí a preparar el evento de construcción del altar. Con una escalera, cuerdas y clavos, colgaron una lona en uno de los lados del pabellón para bloquear el viento y servir de telón de fondo para el altar principal. Un poco más tarde, llegaron más personas con sus familias. Para entonces, teníamos mesas instaladas en la parte central del huerto donde teníamos una variedad de actividades para los niños y adultos fuera de la decoración del altar, como colorear máscaras de calavera de papel, buscar palabras inspiradas en un crucigrama y decorar calaveras con glaseado.


En un par de horas, habíamos terminado de adornar el altar con flores, velas de cera, mantas, papel picado y de colocar las ofrendas; que son comida para los seres queridos que han fallecido. Despues, algunos voluntarios trazaron una cruz con tiza en el suelo y la rodearon de pétalos de cempasúchil secos; la leyenda dice que el dulce aroma de esta preciosa flor ayuda a guiar a los espíritus de vuelta al mundo de los vivos. Luego, nos reunimos enfrente del altar para aprender sobre el significado y la importancia del Día de Muertos. Nos turnamos para llamar de nuestros seres queridos que han partido, para invitarlos a entrar en el espacio que habiamos creado. Uno de los voluntarios trajo a una vela en nombre de una pequeña niña, Dulce María Alavez, que desapareció del parque de la ciudad de Bridgeton en 2019 y aún no ha sido encontrada - una tragedia bien triste para la gente de Bridgeton pero que reunió a muchos miembros de la comunidad en una vigilia por la niña. En respeto a los que perdimos, nos quedamos en un breve momento de silencio.

¡La increíble Mary!

En noviembre, celebramos el intercambio anual de hierbas medicinales en la hermosa granja de lavanda de Greenwich, propiedad de Mary de la República Dominicana. Desde 2015, Richard Mandelbaum, un experto herbolario, y antiguo personal de CATA, y un par de sus estudiantes vienen a Bridgeton cada año desde el ArborVitae, una escuela en Nueva York centrada en la herbolaria tradicional. Richard dirigió el diálogo con los estudiantes, el personal de CATA y los miembros de CATA mientras discutíamos entre nosotros el impacto de COVID en nuestras familias y comunidades y la conexión con la medicina tradicional.


Después, dimos la palabra a Mary, que nos enseñó sobre yoga de las cabras y nos explicó la diferencia entre las lamas y las alpacas, siguiendo con Debby, que trabaja con Mary, quien nos habló de cómo se preparan los productos de lavanda con un destilador. Depués, un par de valientes estudiantes hicieron una demostración sobre cómo hacer remedios caseros a base de hierbas. También tuvimos a Patty, una de nuestras voluntarias desde hace mucho tiempo, presentando su receta de alcohol infusado que ayuda a aliviar los dolores del cuerpo y musculares. Kathia también nos enseñó a hacer una pomada con los pétalos de flor de cempasúchil que sobraron del evento de construcción del altar. Al final, mientras que algunos se quedaron dentro para recibir consultas de los estudiantes, que pusieron en práctica sus conocimientos dando recomendaciones a nuestros miembros que tenían dudas sobre su salud, Richard dirigió un paseo por la naturaleza y se encontró con un simpático venado.


A pesar del continuo contagio de COVID-19 en nuestras comunidades en 2021, desarrollamos un programa para jóvenes, nos conectamos con líderes locales, establecimos mercados semanales y continuamos con nuestros eventos comunitarios que nos acercaron a lo que realmente importa mientras cultivamos más de 500 libras de alimentos - ¡Todos los logros que no habrían sido posibles sin la contribución de nuestros miembros de la comunidad, pasantes, voluntarios, donantes y apoyantes de C.A.T.A! ¡Les deseamos a todos un seguro e increíble 2022!


Nate Kleinman of the Experimental Farm Network talks about seed saving with the youth

Si desea ser voluntario en nuestro huerto comunitario, convertirse en un activista alimentario o donar, visite: www.cata-farmworkers.org/food-justice Sus donaciones nos ayudarán a hacer crecer nuestro jardín comunitario esta temporada, brindar productos frescos saludables y asequibles a los miembros de nuestra comunidad y educar a una nueva generación de activistas por la justicia alimentaria.


"Construyamos entonces sociedades capaces de coexistir de manera justa, digna; y por la vida, juntémonos y sigamos con esperanza defendiendo y cuidando la sangre de la Tierra y sus espíritus.” - Berta Cáceres,







68 views0 comments
Post: Blog2_Post
bottom of page